Conocí a Antonio gracias a su afición por Abarth, compartida con un servidor.
Durante años hablamos de su réplica de los míticos Abarth 1000TCR «pata negra», fabricada con moldes y componentes originales, con la idea de grabarla para La Picadura del Escorpión.
Por unas cosas y otras, conmigo viviendo por entonces en Logroño y él en Murcia, parecía poco menos que imposible a nivel logístico organizar tal filmación. Pero cuando lanzamos el proyecto de www.PowerArt.es la cosa cambió: De pronto teníamos medios, tiempo y dinero para ejecutar el vídeo que Antonio se merecía.
Hoy lo hemos recuperado, tras un año fuera de YouTube.
Leave a Reply